El gallego Joselu mete en la final de la Copa de Europa a un Madrid inmortal (2-1)

óscar bellot MADRID / COLPISA

DEPORTES

Susana Vera | REUTERS

Un doblete del ariete de Silleda consuma en tres minutos otra remontada loca de los blancos ante el Bayern y le lleva a la final ante el Dortmund

09 may 2024 . Actualizado a las 00:07 h.

 El Real Madrid estará por decimoctava vez en la final de la antigua Copa de Europa, la sexta en los once últimos años. En un partido crudísimo, los blancos vieron cómo reaparecían sus viejos fantasmas ante el Bayern y se alejaba el avión que debía trasladarles a Londres. El conjunto bávaro, espejo de su adversario en tantas cosas, sacó el manual de resistencia en el Santiago Bernabéu e hizo frente a las numerosas embestidas de los locales con un Neuer inmenso. El cancerbero, veterano de guerra, completó una actuación monstruosa para sostener a los visitantes frente al batallón de Ancelotti, abrumador por momentos pero sin tino, antes de que Davies, apuntado en la agenda de Florentino Pérez, pusiese al Bayern con un pie en Wembley y colocase al Real Madrid en el féretro.

Pero los locales, irreductibles, emergieron un vez más de la tumba de la mano de un salvador inopinado. Joselu, puro ADN de La Fábrica, rescató a los blancos con un doblete y volvió a demostrar el espíritu inmortal de una escuadra que tiene más vidas que todos los gatos del mundo juntos. El gallego, suplente de lujo y candidato a fichaje del año por detrás de Bellingham, agendó la cita del Real Madrid con el Borussia Dortmund y mantuvo vivo el sueño de la Decimoquinta.

Lejos de la apocada puesta en escena en el Allianz, los blancos comparecieron en el Bernabéu con ardor e iniciativa. Tirado Vinicius en banda izquierda y con Rodrygo asumiendo la responsabilidad de percutir más por dentro, el cuadro de Ancelotti aportó corazón y cabeza. De las botas de Carvajal, rebosante de raza, partiría también el primer chispazo con plomo auténtico en una refriega crudísima. Vinicius alanceó al palo y Neuer, inmenso, impidió que Rodrygo embocase el rechace a la red.

Gnabry, eléctrico pero quebradizo, se resintió en la pierna y tuvo que retirarse antes de la media hora para dejar sitio a Davies. Tampoco pareció afectar el cambio de planes al Bayern, que amenazó con un voleón desde la frontal de Harry Kane, desviado por Lunin. La mala noticia para el Bayern era la facilidad con la que Kroos mantenía activado el limpiaparabrisas del Real Madrid; la buena, que a los blancos les faltaba un punto de eficacia. Vinicius acarició el primero con un centro que se fue cerrando progresivamente, pero Neuer, felino, respondió a tiempo pese a que el esférico le botó a traición.

Vinicius, electrizante

Vinicius, que abrió un latifundio caracoleando por banda izquierda pero no logró conectar con Valverde, y Davies, que buscó la escuadra sin suerte, mostraron la disposición de unos y otros a recrudecer el combate sin perder de vista, por ello, la necesidad de cuidar las trincheras. Para entonces Tuchel ya debía haber tomado nota de que el principal punto de ciego del Bayern era Kimmich, consumido por la febril persistencia de Vinicius. El 7, flamígero también para De Ligt, se echó el Real Madrid a la espalda y estuvo a un tris de desnivelar la balanza con una monumental entrega a Rodrygo que el paulista cruzó en demasía. La suerte no acompañaba al 11, que se toparía poco después con una gigantesca estirada de Neuer a la salida de una falta lanzada con extraordinaria malicia. El arquero firmaría otra estratosférica intervención para cerrarle el paso a Vinicius cuando el brasileño avistaba la escuadra.

El Bayern, sometido, resistió con extraordinaria bravura y afiló el colmillo. Una pérdida de Rodrygo precipitó un contragolpe de manual culminado por Davies, que le cogió la espalda a Carvajal y fusiló al palo largo. Trató de reponerse el Real Madrid, que llegaría a cantar el empate de inmediato, bien anulado por falta previa de Nacho sobre Kimmich a la salida de un córner. Y cuando la suerte del partido parecía escrita, el guion burló al Bayern. Neuer, impecable hasta entonces, tiritó en un disparo sin excesivo veneno de Vinicius y Joselu recogió el regalo para envolverlo a la red. El Real Madrid, electrizado, apretó para evitar la prórroga. Y Joselu, a pase de Rüdiger con todas las piezas ya descolocadas en ese metraje loco en el que el Real Madrid se conduce como nadie, empaló el segundo para certificar, con suspense y polémica por un gol anulado al Bayern por fuera de juego, otra hazaña del Real Madrid en su torneo fetiche Así se las gastan los de Chamartín.

FICHA TÉCNICA

REAL MADRID (2) - Lunin, Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy, Valverde (Brahim, min. 81), Tchouaméni (Camavinga. min. 69), Kroos (Modric, min. 69), Bellingham (Militao, min. 99), Rodrygo (Joselu, min. 81) y Vinicius.

BAYERN MÚNICH (1) - Neuer, Kimmich, De Ligt, Dier, Mazraoui, Laimer, Pavlovic, Sané (Kim Min-jae, min. 76), Musiala (Müller, min. 84), Gnabry (Davies, min. 27) y Harry Kane (Choupo-Moting, min. 84)

GOLES: 0-1: min. 68, Davies. 1-1: min. 88, Joselu. 2-1: min. 90, Joselu.

ÁRBITRO: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Tuchel y Camavinga.

INCIDENCIAS: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 80.000 espectadores